En el siglo XX se inició la carrera armamentista: los Estado se
armaron no sólo para enfrentarse sino también para obtener un
beneficio económico; fabricar armas era un negocio rentable aún más
cuando el avance científico permitió construir armas cada vez más sofisticadas y
eficaces.
La paz que puso fin a la primera guerra no resolvió los conflictos que había
entre los países y que habían provocado la primera guerra; los acuerdos políticos
resultaron muy débiles y fracasó la política de la Sociedad de las Naciones.
El resentimiento y la voluntad expansionista de Hitler, con el objeto de
construir la Gran Alemania, dieron inicio a la segunda guerra; ocupó Polonia,
Chescolovaquia, Austria y Francia, pero no logró quebrar la supremacía de
Inglaterra.
Se enfrentaron dos alianzas de países, una integrada por Estados Unidos, La
Unión Soviética, Inglaterra y Francia (los aliados) y otra integrada por Alemania,
Italia y Japón (las potencias del eje).
Esta guerra fue el punto máximo de la gran crisis que estalló en 1914, fue
una guerra de gran magnitud dado que los países que intervinieron emplearon, no
sólo, su potencial militar, sino también, todos sus recursos económicos y políticos.
Los países beligerantes no sólo tuvieron el objetivo de derrotar al enemigo, sino
también, ocupar territorios estratégicos y con recursos económicos, tales como
petróleo, minerales, caucho, entre otros.
La intervención de Japón
Japón importaba las materias primas necesarias para su producción
industrial (hierro, petróleo, caucho); la generalización de la guerra puso en peligro
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¿Hacia
dónde
su economía. Un general belicista, de tendencia autoritaria, ocupó colonias
europeas en Asia con el objeto de crear una Gran Asia bajo su dominio.
Fin de la guerra
La superioridad material de los aliados, apoyada por el poderío industrial de
Estados Unidos jugó un rol decisivo. El desembarco en el sur de Italia produjo la
caída de Mussolini y se firmó un acuerdo de paz con el nuevo gobierno. La
economía alemana no pudo resistir ante una guerra de agotamiento.
La resistencia japonesa y el temor a una guerra cruel si se invadía Japón,
impulsaron a Estados Unidos a lanzar la bomba atómica (1945) sobre Hiroshima y
Nagasaki. Ante este poder arrollador, Japón acepta capitular.
La magnitud de la destrucción provocada por la segunda guerra superó
varias veces a la primera. Cerca de cincuenta millones de personas perdieron la
vida. Europa quedó devastada. Ciudades enteras fueron destruidas, pueblos
enteros fueron deportados, millones de hombres murieron en los campos de
concentración.
Finalizada la guerra, el mundo quedó dividido en dos modelos político económico
diferentes: el capitalismo y el socialismo, liderados por Estados Unidos y
la Unión Soviética respectivamente. Europa, que había sido centro del capitalismo,
quedó también, dividida en dos bloques.
Se crea la Organización de las Naciones Unidas (1945), organismo
internacional que tiene como objetivo resolver los conflictos de manera pacífica.
Entre sus principales principios se establecen: salvar la paz del mundo, defender los
derechos del hombre, garantizar la igualdad para todos los pueblos, aumentar el
nivel de vida del mundo. Esta integrada por cinco miembros permanentes: Estados
Unidos, la Unión Soviética, Gran Bretaña, Francia y China y por diez países elegidos
de manera rotativa.
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